lunes, 21 de mayo de 2012

CRÓNICA DE UN VIAJE ANUNCIADO I

Todos en el Instituto sabíamos que esto iba a suceder.

Todos habíamos oído hablar del viaje a Roma.

Ha sido inevitable y, finalmente, hemos visitado la Ciudad Eterna, tal y como nos habíamos propuesto.

Esta es la crónica fotográfica de un viaje largamente anunciado. 

PRIMER DÍA


Tras un largo viaje en bus, llegamos a Barajas donde facturamos las maletas, pasamos los controles y embarcamos sin ningún contratiempo

Para casi todos esta era la primera vez que viajaban en avión. La emoción  se palpaba en el ambiente. Los asientos "muy cómodos" y el personal auxiliar de vuelo "muy atentos" (no nos vendieron a su madre porque no les cabía en el armarito, que si no...)

Después de comernos el bocadillo, salimos para aprovechar la tarde y nos fuimos, en primer lugar, a saludar a San Pedro. Un buen rato en la plaza, admirando la columnata, las fuentes de Bernini, el belén. Y un buen rato en el interior.

Escuchamos atentos algunas explicaciones. Historia, arte, fe, cultura de siglos... Al fondo, se ve la estatua de la Piedad, hecha por el joven Miguel Ángel. Impresionante, de verdad.

Y casi todos subimos a la parte más alta de la cúpula por estas escaleras tan estrechas. Pero la ilusión era tanta, que los 551 escalones no nos quitaron el buen humor. ¡Y de vez en cuando descansábamos para hacernos una foto como esta! (Foto: cortesía de Ángela)

Merece la pena subir hasta aquí y poder contemplar toda Roma a tus pies. Y si te acompaña la puesta de sol, mejor. (Foto: cortesía de Esperanza)

Después nos fuimos paseando. Salimos por la via de la Conciliazione y llegamos al Castillo de Sant'Angelo. Desde el otro lado del río sí se ve la estatua del Arcángel San Miguel que aparece en su parte más alta y que, según una leyenda fue visto por el papa Gregorio I a finales s. VI. Esta visión significaba que la epidemia de peste que estaba azotando a Roma llegaba a su fin.


Bordeamos el río Tíber y llegamos a la plaza Navona, donde estuvimos descansando un buen rato. No podíamos terminar el día sin pasarnos por la fuente más famosa del mundo: la fontana de Trevi. Esta es una foto  de nuestro primer encuentro con este entrañable lugar, al que volveríamos en otras ocasiones, antes de marcharnos de aquí.

2 comentarios:

  1. Jo, lo que me hubiera gustado por acompañaros... a ver si el año próximo...

    Preciosas las fotos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Enhorabuena por ese viaje con tus alumnos!

    ResponderEliminar