viernes, 27 de marzo de 2015

Operación ¿KILO?

Queridos todos:

Hoy quiero compartir con vosotros una reflexión que ha surgido esta mañana en el grupo de alumnos de Religión de 1º bachillerato B. 

Hace unos días, Luchi, la presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Insti, me propuso realizar la "operación Kilo" como actividad participativa para el Día del Centro. Le dije que colaboraría encantada, y al mismo tiempo, propuse la idea a los alumnos de este 1º bachillerato.







Todos dijeron sin pensárselo que ellos asumían esta tarea. Y nos pusimos manos a la obra. Conocer las necesidades, buscar información, pensar cómo motivar a los compañeros del Centro, hacer carteles...

Encontramos un vídeo corto que hablaba de un comedor social y la importancia de colaborar con alimentos. Pareció adecuado a los chicos y pensamos en usarlo como motivación. Pensaron un pequeño discurso, para no perderse, y se organizaron para ir clase por clase, pidiendo un kilo de alimento para colaborar con Cáritas de Talavera y explicando las razones por las que se pedía.

La Asociación de Padres y Madres mandó un mensaje a todas las familias, animándolas a colaborar. Yo envié un "rayuela" a los profesores, para que se hicieran cargo de la actividad, permitiendo que mis chicos entraran en sus clases y a los tutores para que además, motivaran a sus alumnos a colaborar, trayendo cada uno su kilo.

Luciano, nuestro conserje, nos ha traído un contenedor estupendo en el que cabrían montones de kilos... ¡Desde aquí, le damos las gracias!



La idea inicial era que el Día del Centro, 18 de marzo, haríamos un recuento simbólico de lo que hubiera, aunque dejaríamos el contenedor unos días más... Y, por fin, hoy, 27 de marzo, hemos hecho el recuento final y Luchi se ha llevado lo recogido para darlo a Cáritas, que lo repartirá entre las familias necesitadas del pueblo.



Después de dos semanas, se han recogido aproximadamente 50 kilos de alimentos. Toda ayuda es bienvenida, pero he de decir que, al evaluar esta actividad en grupo, chocaba a los chicos que solo hubiéramos recogido 50 kilos de alimentos, siendo más de 400 personas en el centro, entre alumnos, profesores, personal no docente...

Estos alumnos han hecho una crítica honrada de su trabajo, han visto qué cosas habría que mejorar por si se presenta un próxima ocasión. Les felicito y les admiro por su sinceridad y buen hacer. Pero queda en el aula un descontento, una desilusión, por haber detectado algo que es terrible, uno de los peores pecados de nuestra época: LA INDIFERENCIA ANTE EL SUFRIMIENTO DEL OTRO.

¿De verdad cuesta tanto compartir algo tan pequeño como un kilo de arroz, pasta, lentejas, azúcar...?
¿Nos puede la pereza, el desinterés, la desidia...?
¿No somos capaces de ponernos en lugar del otro, del que sufre, del que necesita algo de mi?
¿Pensamos que es irrelevante nuestra pequeña aportación?



¡GRACIAS A TODOS LOS QUE HABÉIS PUESTO VUESTRA GOTA
EN ESTE MAR DE LA SOLIDARIDAD!