La palabra ADVIENTO viene del latín "adventus", que significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos esperanzados para la llegada del Señor.
El primer domingo de Adviento (28 de diciembre) se nos invitaba a estar en vela, y preparar nuestra casa para la llegada de Jesús. ¿Hay mucho que ordenar en nuestras vidas...?
El segundo domingo de Adviento (5 de diciembre) nos encontramos con Juan Bautista, que se afana en limpiar la humanidad. Hay que esta limpitos -de pecado- y relucientes el día que nazca Jesús.
El tercer domingo de Adviento (12 de diciembre) María e Isabel preparan la canastilla para Jesús, que abrirá los oídos de los sordos (bastoncillos), que abrirá los ojos a los ciegos (gasas y colirios), que hará andar a los cojos (patucos), que limpiará a los leprosos (jabón)...
El cuarto domingo de Adviento (19 de diciembre) San José termina la cuna para el niño y nos invita a hacer de nuestra vida una cuna para acogerle.
¡Pronto nacerá el Mesías!
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