Pero esto, que es elección libre de las familias sigue molestando, no sé muy bien por qué, a nuestros políticos. Y por ello, en estos días la ministra Isabel Celaa y su Ministerio de Educación Cultura y Deporte han presentado una propuesta para modificar la LOMCE. Y mira que la educación en nuestro país tiene problemas que abordar. Pero ellos solo parecen acordarse de su absurdo rechazo a la enseñanza de la Religión. Se creen progres pero ¡Anda que no están antiguos ni nada!
¿Por qué no miráis a Finlandia ahora? ¿Sabías que en este país la enseñanza de la religión es obligatoria? Y mira los resultados que tienen. Y como en Finlandia sucede en casi la totalidad de Europa.
Pues la ministra propone que la religión no sea evaluable, ni sirva para las notas medias... ¿Cómo se puede aprehender algo sin evaluarlo? ¿Ha estado usted alguna vez en un aula, señora ministra? Pues yo llevo ya más de 14 años y le digo que lo que no se evalúa no se aprende, ni se valora, ni sirve para nada.
Además ha tenido la ocurrencia de proponer que no haya una asignatura "espejo", una alternativa. Mire, usted no se ha enterado de nada, señora ministra. Le voy a explicar despacito, a ver si así...
- La enseñanza de las materias académicas (Lengua, Mates, Sociales, Idiomas...) es responsabilidad del Estado, que para eso les pagamos.
- La enseñanza de los valores cívicos y constitucionales es tarea del Estado, que para eso les pagamos.
- La enseñanza de los valores morales y/o religiosos es responsabilidad de los padres, que también pagamos para que nuestros hijos se formen en la escuela pública pero según nuestras convicciones.
Porque nadie pone en duda que todos deben aprender matemáticas. Y que los valores constitucionales y cívicos nos atañen a todos los ciudadanos españoles. Pero los valores morales son cosa de cada familia que puede elegir educar a sus hijos en una ética cristiana, musulmana o laica. Y es lo que ponemos en manos del Estado igual que el resto de las enseñanzas.
Entérese, señora ministra:
Queremos Religión en la Escuela Pública.
Yo quiero clase de Reli. Y, como yo, mis alumnos.
Es cuestión de libertad.
Respete su derecho.
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