viernes, 8 de febrero de 2019

LAS RELIGIONES EN LA AMÉRICA PRECOLOMBINA

Introducción
El continente americano estaba habitado por numerosos grupos humanos con culturas muy diferentes. Habían llegado en varias oleadas desde Asia hacía decenas de miles de años.
Las tierras de los actuales Canadá y Estados Unidos y las zonas de selva de Sudamérica y del Caribe eran el hábitat de un gran número de tribus que se dedicaban a la caza y a la recolección de vegetales o practicaban una agricultura parecida a la neolítica.
 

Pero en el centro y sur del continente americano se desarrollaron diversas civilizaciones comparables a las de Egipto, Mesopotamia o China. Las tres mejor conocidas fueron las de los mayas y aztecas en Centroamérica y la de los incas en Sudamérica.



LOS MAYAS


Localización y cronología
La civilización maya habitó una zona de América Central, que hoy se correspondería con el sur de México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Si nos remontamos a la antigüedad, tienen una historia de unos 3000 años, que van desde 1500 a. de C. hasta 1530 d. de C., año en que fueron conquistados por los españoles. Pero la civilización maya nunca ha desaparecido por completo, pues hoy día viven muchos pueblos descendientes de los mayas que conservan rasgos de su cultura y de su lengua.

Características del pueblo maya
Fundaron grandes ciudades como  Chichén Itzá, Uxmal, Palenque y Copán.

Chichén Itzá
Palenque
Las ciudades mayas eran centros ceremoniales monumentales con pirámides escalonadas y otros grandes edificios de uso religioso, así como observatorios astronómicos y grandes explanadas para desarrollar los rituales. A la llegada de los españoles ya habían sido abandonadas, pero se conocen por la arqueología y nos han legado un patrimonio cultural impresionante.


La religión de los mayas
    Los dioses:
Dios de la lluvia
Los mayas eran politeístas, tenían una gran cantidad de dioses cuya importancia era variable. No eran iguales en todas las ciudades y fueron también cambiando de nombre con el tiempo. Había cuatro dioses que sostenían el mundo desde los cuatro puntos cardinales.

El dios supremo era Huntoh Chac. A él le siguen los dioses cósmicos: Hurakán, dios de las tormentas, temido pero también querido porque es el que manda la lluvia beneficiando así a la agricultura.

Vucacuh y otros son los responsables de los males en forma de enfermedades o hambre.   A estos les contrarrestan los benéficos Hun-Ahpu y Xbalamqué.


Ixchel
Ah Puuch, dios de la muerte
Ixchel era la diosa de la fertilidad
y protegía a las mujeres durante el parto. 
 
También el Dios del maíz es un dios muy importante, ya que el maíz era el principal alimento de los mayas.

Por último, Ah Puuch es el dios de la muerte y las enfermedades que habita en el inframundo.




Un pueblo tan aficionado a la astronomía como el maya, que dejó listas completas de eclipses y otros fenómenos astronómicos, es natural que divinizara los astros.

    El culto:
Los mayas tenían una intensa vida religiosa y un calendario litúrgico muy amplio. Además de la piedad personal, el pueblo se reunía para los actos colectivos en las explanadas ante los templos, generalmente pirámides escalonadas, o de edificios altos. Los ritos consistían en ceremonias fastuosas, cánticos, oraciones, música y ofrendas incruentas.
Eran un pueblo más bien pacífico y culto, pero en los último tiempos, y por la proximidad de los aztecas, introdujeron la práctica de los sacrificios humanos. Existían diferentes maneras de llevar a cabo los sacrificios dependiendo de la divinidad a la que se dedicaban: por extracción de corazón, por decapitación o por medio de atravesar con flechas a la víctima.
Para el culto se hacían necesarios muchos sacerdotes. Estaba el Sumo Sacerdote, los había especializados en adivinación, otros eran los sacrificadores, y otros se dedicaba a la medicina, brujería y otras actividades.

Mito de la creación
Han llegado hasta la actualidad algunos de sus libros sagrados, como el Popol Vuh, narración ancestral en la que se cuentan mitos que abarcan desde el origen del mundo hasta la llegada de los conquistadores españoles y del cristianismo. Este es el relato del origen de la creación:
«Todo estaba en suspenso, todo estaba en calma, en silencio, todo inmóvil, callado y vacía la extensión del cielo. No había nada que hiciera ruido, nada que se moviera [...] solo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia. Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Solo el Creador, el Formador, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad [...], de grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando, se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento [...] ¡Hágase así!, ¡que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire, que surja la tierra! Así dijeron, ¡que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado.»


LOS AZTECAS

Localización y cronología
Los aztecas son los últimos de los pueblos que habitaron junto al lago Texcoco, en tierras de la actual México. Su imperio abarca desde principios de siglo XII d. de C. hasta 1525 d. de C., año en que Cortés ejecuta a Cuauhtémoc, último rey azteca (1520-1525).
Cortés y Cuauhtémoc
Características de los aztecas
La civilización de los aztecas es heredera de todas las de la zona, además de ser la que mejor conocemos. Su lugar principal era la capital, Tenochtitlán, fundada en 1325 . Ellos creían que esta ciudad era el centro del universo y punto de intersección de una cruz, cuyos extremos marcaban los territorios que debían ser conquistados para instaurar en ellos el orden deseado por los dioses. 

Tenochtitlán

Otra ciudad importante fue Teotihuacán, que significa “ciudad de los dioses”. La ciudad es un centro ceremonial trazado como un gran símbolo de dos ejes. El que va de norte a sur, denominado «Calzada de los Muertos», es el principal, y de él parten, como alas, edificios, palacios, plazas y adoratorios. En la cabeza se encuentra la gran pirámide de la Luna y a un costado la mole inmensa de la pirámide del Sol, dualidad creadora de la naturaleza y de los hombres.
Teotihuacán
Su existencia estuvo regida por fenómenos de la naturaleza que afectaban a los seres humanos como la lluvia, la siembra y la cosecha, aunque también tenía un profundo significado astronómico.

La religión de los aztecas

    Los dioses:
Parece que en algunas épocas, estaba extendido el monoteísmo. Las gentes más cultas de los aztecas creían en un dios único y creador, invisible y que no se podía representar. Se llamaba Teotl y esta palabra acabó identificándose con la idea de dios en general.
Pero podemos decir que, en general, los aztecas fueron politeístas y en el laberinto de la religión azteca se multiplicaron las divinidades de forma extraordinaria. Los dioses aztecas tienen orígenes diferentes. Cada grupo profesional y cada pueblo tenía sus dioses tutelares.
Quetzalcóatl

Por ejemplo, Quetzalcóatl, cuyo nombre significa «serpiente emplumada», era la divinidad principal en la cultura de Teotihuacán, dios del arte y descubridor de la industria y la agricultura. Este dios mantiene una rivalidad con su enemigo y complementario Tezcatlipoca, «espejo que ahúma», dios de la noche y de la guerra. Entre los aztecas fue también considerado dios supremo Huitzilopochtli, dios solar, de los guerreros y protector de los aztecas.
Los fenómenos naturales se fueron divinizando hasta formar una auténtica legión de dioses. Entre estos están: Tláloc, dios de la lluvia, el que permite que las semillas se conviertan en vegetales y que haya una buena cosecha; Centeotl, dios del maíz;  Ehécatl, dios del viento y de la vida;  Coatlicue, diosa de la tierra; Macuilxoxhitl, diosa de las flores; y muchos más.

    El culto:
Tantos dioses y cultos exigían millares de sacerdotes. Estaban rígidamente jerarquizados y especializados. Además de los sacrificios y el culto en general, hacían los ritos de nacimiento, muerte, casamiento y todos los actos importantes de la vida privada o colectiva.
Los aztecas pensaban que el sol se debilitaba y necesitaba de los sacrificios, y en especial de los de sangre humana, para poder seguir su curso y no destruir el mundo.

Para los aztecas el ser humano era el objeto sacrificial máximo. En una ocasión, durante la consagración del templo de Tenochtitlán, se sacrificó a 20.000 seres humanos. Eran tantos que obtener víctimas no era tarea fácil. Para ello se utilizaban los  rebeldes, los fugitivos  y los esclavos. Además los padres ofrendaban voluntariamente a sus hijos e hijas. Las familias pobres vendían a sus hijos con este fin y si nacían dos gemelos, uno quedaba automáticamente destinado a servir como víctima. Además se utilizaban los prisioneros de guerra.

En todas las fiestas se elegía un hombre o una mujer, considerado el doble de un dios. Se le agasajaba durante varios días como si fuera el propio dios y después se le sacrificaba.

    Las ideas de ultratumba:
Los aztecas imaginaban que había trece cielos, en los que reinaban otros tantos dioses, y a los que iban los difuntos elegidos. Había cielos para los guerreros muertos en combate, para algunas víctimas de sacrificios (los “dobles”), para los enfermos de enfermedades terribles, para los muertos de muerte natural, para los niños... En el más allá no había premio ni castigo de la vida terrenal, sino que había un más allá acorde al tipo de cielo que les tocaba en suerte.

El calendario azteca
La piedra del Sol está en el Museo Nacional de Antropología de Ciudad de México, uno de los museos más impresionantes del mundo. Es un calendario en cuyo centro aparece el quinto sol, el actual de los aztecas. En el círculo siguiente aparecen los cuatro soles anteriores, que cayeron y destruyeron el mundo en cuatro ocasiones anteriores Los cinco soles, como las cinco partes de mundo que se representan en una cruz, marcan el orden del mundo, que los aztecas mantenían por medio de las guerras, donde conseguían prisioneros para sacrificarlos al sol y fortalecerlo.



LOS INCAS

Localización y cronología
El imperio inca fue la última de las grandes civilizaciones andinas. Unificó y controló un enorme territorio de 5.000 km de largo, que abarca la actual Perú, pero también parte de Bolivia, algo de Ecuador, noroeste de Argentina y norte de Chile. Los historiadores sitúan este pueblo entre los siglos XII y XVI de nuestra era. El fin del imperio inca lo marca la llegada de los españoles en 1532 d. de C.

Características de los incas
El rey, al que se conocía por el nombre de Sapa Inca, era considerado un dios y se le llamaba «Hijo del Sol». Todo lo que tocaba se convertía en sagrado. El rey era considerado también el centro del mundo. Los incas creían que el universo funcionaba correctamente gracias a él. Vivía en la ciudad central del imperio, llamada Cuzco, que quiere decir «ombligo».

La ciudad de Cuzco era el centro político y también religioso del imperio inca. Cuando el viajero se acercaba a la ciudad todo parecía indicarle que entraba en el mundo sagrado. La fortaleza de Sacsayhuamán, que presidía la ciudad de Cuzco, es una obra impresionante, ejemplo del poder de los emperadores incas. En sus murallas se representaban animales sobrenaturales que preparaban la entrada a la propia ciudad, en cuyo centro estaba el templo de Coricancha, rebosando el oro que simbolizaba a Inti, cuyo hijo era el Sapa Inca. 

Machu Pichu

Machu Pichu es la ciudad inca mejor conservada. Situada en la montaña, en medio de la nada, es llamada también la Ciudad Perdida de los Incas. La zona puede dividirse en tres sectores definidos: el agrícola, con andenes dedicados al cultivo; el urbano que conserva elementos arquitectónicos de la ciudad inca y el militar, donde se encuentran casas más humildes y talleres. Las construcciones más importantes son el Templo del Sol, la Tumba Real y el Palacio del Inca.

La religión de los incas

    Los dioses:
Los incas tenían sus propios dioses pero, en su expansión por los Andes, fueron adoptando algunos de los dioses de los pueblos conquistados, como Viracocha, dios creador y el que lleva la civilización a los hombres. Cuando el conquistador español Francisco Pizarro entró en contacto con los incas, estos creyeron que se trataba del propio Viracocha que regresaba. Otro de los dioses que tomaron fue Pachacamac, divinidad abstracta cuya representación estaba prohibida. Era creador de la humanidad y esposo de la Pachamama o madre tierra, diosa muy popular, cuyo culto estaba relacionado con la fertilidad de los campos y los animales.



Más importante que todos ellos era Inti, el Sol. Los reyes incas decían que eran sus descendientes directos. Su esposa era Quilla, la Luna, madre del firmamento. También tenían importancia Illapa, dios del trueno y de la lluvia, y Saramama, diosa del maíz.   





  El culto:
El monarca o Sapa Inca era sagrado y su persona era tabú, su poderío imperial era parecido al egipcio con un poder centralizado y absoluto. Una de las principales labores del monarca era presidir la celebración de los rituales necesarios para que las cosechas fueran buenas, además de las fiestas en honor de los dioses. También anunciaba los equinoccios y los solsticios.

Para celebrar los rituales, realizar las observaciones astronómicas y atender a las necesidades del rey era necesario un gran número de sacerdotes. El más importante de todos ellos era el sumo sacerdote, cuyo cargo desempeñaba el hermano del monarca.

Los sacerdotes sabían emplear algunas plantas y raíces para fines medicinales, a modo de curanderos o para entrar en trance. De esta manera, podían comunicarse con las divinidades en fiestas y rituales. Además, había sacerdotes especializados en comunicarse con los muertos o en hacer adivinaciones.

Los sacrificios humanos fueron una práctica restringida a una serie de acontecimientos importantes como la elección del nuevo inca, la muerte del soberano, el inicio de las guerras y al advenimiento de desastres naturales. Por ejemplo, cuando un nuevo inca (monarca) ascendía al trono, sus parientes seleccionaban 200 niños para ser sacrificados ante el Sol, la Luna u otro dios venerado por el grupo. Las evidencias arqueológicas indican que también se sacrificaban doncellas.

    El culto solar incaico:
Los incas se consideraban a sí mismos como «hijos del Sol», por lo que el culto solar fue oficial en todo el imperio. Debido a que el Sol era considerado como «el padre del inca», cuando un nuevo soberano era elegido, este tenía que esperar ser aceptado por el dios Sol, para lo cual se realizaban rituales adivinatorios. Su templo principal era el Coricancha («recinto de oro»), construido en la ciudad de Cuzco. Este templo estaba decorado con piezas de oro y plata así como por planchas de oro sobre las paredes y los marcos de las puertas. Este culto fue especial, elitista y exclusivo de la aristocracia.

Inti Raymi en la actualidad

El Inti Raymi o fiesta del sol inca coincidía con el solsticio de invierno (el año nuevo solar). Para los incas esto significaba obtener el favor del sol para fecundar la tierra y procurar bienestar a los ciudadanos del imperio.

    El culto a los muertos:
La muerte en los Andes era vista como un viaje lleno de dificultades que el espíritu del difunto hacía hasta llegar al mundo de los muertos. Para que el viaje fuese exitoso, sus familiares y parientes debían realizar una serie de ceremonias que incluían llevarle ofrendas (comida, bebida, ropa y otros objetos) y realizar banquetes rituales. Por esta razón, los lugares donde se enterraba a los muertos eran sagrados.


Las momias de los antepasados fundadores se llamaban mallquis. Estos mallquis eran considerados como los intermediarios entre los parientes del difunto y las divinidades locales. A ellos se les pedía por buenas cosechas y por el bienestar del grupo. Cada cierto tiempo, las momias eran sacadas de las cuevas, donde eran depositados para recibir ofrendas y ser paseados en procesiones.

6 comentarios:

  1. Está muy completa la página. Hay muy buena información, entendí todo. Muchas gracias

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  2. Esta buena la información, pero las otras culturas precolombinas, o por lo menos las de Colombia, es para una tarea, las puedes colocar

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Me parece muy interesante éste blog porque así nos ayuda a recordar como era la religión en los tiempor antiguos y de donde nació la cultura. Es muy importante que recordemos y lo compartamos con nuestros hijos.

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