viernes, 28 de septiembre de 2012

LOS CRISTIANOS SOMOS GENTE DE ESPERANZA

Hemos empezado esta semana en 2º de bachillerato, un tema que, a primera vista, puede resultar inquietante, pues hemos planteado el tema de la muerte y qué sentimientos suscita en nosotros y en la gente que conocemos.
La muerte es un hecho indiscutible en nuestras vidas, es algo con lo que todos, sin excepción, nos vamos a encontrar. Hemos visto que hay personas que le tienen miedo a la muerte, y otros que lo viven en paz, porque confían en encontrarse con Alguien más allá... Hemos visto que algunos piensan que no hay nada tras ese momento y otros que piensan que hay otra vida después.



Aquí os pongo el texto de Martin Luther King que hemos comentado en clase, para que lo podáis releer:

Me gustaría que alguien contase, en el día de mi muerte, que Martin Luther King trató de vivir en el servicio al prójimo. Me gustaría que alguien dijera en aquel día que Martin Luther King trató de amar a alguien.
Ese día quiero que podáis decir que traté de ser justo y que quise caminar junto a los que actuaban en justicia, que puse mi empeño en dar de comer al hambriento, que siempre traté de vestir al desnudo. Quiero que digáis ese día que dediqué mi vida a visitar a los que sufrían en las cárceles. Y quiero que digáis que intenté amar y servir a los hombres.
Si. Y si queréis decid también que fui un heraldo. Un heraldo de la justicia. Decid que fui un heraldo de la paz. Que fui un heraldo de la equidad. Y todas las otras cosas superficiales (premio Nobel de la Paz de 1964) no tendrán ninguna importancia.
No tendré dinero para dejar cuando me vaya. No dejaré tampoco las comodidades y los lujos de la vida. Porque todo lo que quiero dejar a mi partida es una vida de entrega.
Y esto es lo que os tengo que decir. Si a alguien pude ayudar al encontraros a lo largo del sendero, si a alguien pude hacerle ver que había escogido el mal camino, entonces mi vida no habrá sido en vano.
Si consigo cumplir mis deberes tal y como debe cumplirlos un cristiano, si consigo defender el mensaje que enseñó el Maestro, entonces mi vida no habrá sido en vano.


¿Cómo nos enfrentamos ante esta dramática realidad? Una pista: para afrontar la muerte de una forma serena, es necesario haber vivido una vida con sentido. Eso es lo que nos viene a decir Martin Luther King con estas palabras.

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