Queridos todos:
El viernes 25 de marzo la Iglesia celebra la fiesta de la Encarnación del Señor. Jesús se hace hombre en el preciso instante en que María da el sí al arcángel Gabriel.
María, una mujer sencilla de Nazaret del siglo I, que albergó en su vientre ese pequeño ser, primero embrión, luego feto, después un bebé al que dar de mamar y acunar cada día. María cuidó de la vida de Jesús, mientras éste era un niño indefenso. Me imagino que se preocupaba también de un Jesús adolescente, que iba aprendiendo a amar la vida mientras crecía. Acompañó a su Hijo cuando ya, plenamente consciente de su misión, andaba por los caminos anunciando la llegada del Reino de Dios y su justicia.
Y, cuando la vida de Jesús parecía llegar a su término, allí estaba ella, para abrazar su cuerpo desangrado y envolverlo con dulzura en el sudario. Probablemente no entendía muy bien qué estaba pasando, pero pronto pudo comprender... al tercer día, cuando la Vida triunfó y llenó de flores aquella primavera del siglo I.
María, como tantas mujeres en la historia, fue, por encima del todo, una gran cuidadora de la vida.
Yo os invito a pensar por vosotros mismos en el valor de la vida. Tal vez os pueda ayudar este vídeo. Miradlo sin prejuicios. Escuchadlo. Meditadlo.
El viernes 25 de marzo la Iglesia celebra la fiesta de la Encarnación del Señor. Jesús se hace hombre en el preciso instante en que María da el sí al arcángel Gabriel.
María, una mujer sencilla de Nazaret del siglo I, que albergó en su vientre ese pequeño ser, primero embrión, luego feto, después un bebé al que dar de mamar y acunar cada día. María cuidó de la vida de Jesús, mientras éste era un niño indefenso. Me imagino que se preocupaba también de un Jesús adolescente, que iba aprendiendo a amar la vida mientras crecía. Acompañó a su Hijo cuando ya, plenamente consciente de su misión, andaba por los caminos anunciando la llegada del Reino de Dios y su justicia.
Y, cuando la vida de Jesús parecía llegar a su término, allí estaba ella, para abrazar su cuerpo desangrado y envolverlo con dulzura en el sudario. Probablemente no entendía muy bien qué estaba pasando, pero pronto pudo comprender... al tercer día, cuando la Vida triunfó y llenó de flores aquella primavera del siglo I.
María, como tantas mujeres en la historia, fue, por encima del todo, una gran cuidadora de la vida.
Yo os invito a pensar por vosotros mismos en el valor de la vida. Tal vez os pueda ayudar este vídeo. Miradlo sin prejuicios. Escuchadlo. Meditadlo.
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